Se definen como tecnologías disruptivas o innovación
disruptiva aquellas tecnologías o innovaciones que conducen a la desaparición
de productos, servicios que utilizan preferiblemente una estrategia disruptiva
frente a una estrategia sostenible, a fin de competir contra una tecnología
dominante buscando una progresiva consolidación en un mercado. Aunque
inicialmente el término proviene de la Economía, actualmente comienza a tener
mucha importancia a la hora de plantear estrategias de desarrollo en los
departamentos de I+D de muchas compañías.
De manera general las tecnologías disruptivas pueden
clasificarse como tecnologías de bajas prestaciones ('lower-end') en inglés y
tecnologías de nuevo mercado. Una innovación de nuevo-mercado es usualmente
lanzada hacia los denominados mercados de no-consumo, donde los clientes
comienzan a utilizar un producto o servicio que antes no utilizaban (ej.
sistemas GPS), o gracias a la accesibilidad que proporciona la nueva tecnología
a usuarios que no tenían acceso a un producto (desarrollo de la producción en
cadena en la industria automovilística), o la descentralización de la ubicación
de un servicio (ej. telefonía fija frente a telefonía móvil).
Las innovaciones tecnologías disruptivas son en su inicio,
de bajas prestaciones y se dirigen a aquellos consumidores menos exigentes y
con un poder adquisitivo menor. Estos usuarios son menos rentables para las
empresas establecidas en un determinado mercado, siendo ignorados en la
innovación de nuevos productos más caros. Esto se debe a que la necesidad de
crecimiento y aumento de los beneficios de las empresas establecidas a partir
de sus productos, y que genera tendencias internas hacia el desarrollo de
productos con mayores prestaciones, dirigidos a los consumidores más exigentes,
pero que proporcionan mayores márgenes.
La tecnología disruptiva es mejorada
progresivamente y va ocupando paulatinamente los nichos a los que la tecnología
establecida va renunciando, y en ocasiones consigue hacerse con la mayor cuota
del mercado y desplazando a la establecida. Un ejemplo serían los inicios de la
fotografía digital, con mucha menos resolución, pero con una gran reducción de
los costes de revelado asociados a la fotografía tradicional o un modelo de negocio
que hace asequible un producto a una gran cantidad de gente con menor poder
adquisitivo (como las tiendas de ropa Zara),o simplemente la utilización de un
producto que antes no existía como la invención del Post-it por 3M.
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